Una de las mayores limitaciones del SGRP en el sector de la construcción es el hecho de no dar cobertura a los trabajadores independientes, grupo muy importante en ese sector.
Otra limitación importante del SGRP para el sector, y que es compartida por todos los sectores, es el hecho de que a las empresas constructoras que se afilian al sistema se les aplica la tasa de cotización según sus características de riesgo, sin que todavía puedan variar el monto de la cotización de acuerdo con los resultados obtenidos de su gestión. Esto puede desestimular a la empresa para asumir la responsabilidad que le corresponde en la prevención.
De acuerdo con las estimaciones realizadas en el presente estudio, en las obras de construcción de Colombia se producirían no menos de 66.000 accidentes de trabajo al año, de los cuales 180 serían mortales. Estos datos demuestran la necesidad de abordar el tema de la seguridad y salud en el trabajo en todas sus dimensiones y por todos sus actores (gobierno, gremios, instituciones de formación, empresarios, administradoras de riesgos, y trabajadores), para así formular una propuesta común que tenga como objetivo disminuir los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, y mejorar la calidad de vida de los trabajadores del sector de la construcción.
Las empresas, salvo aquellas con suficiente infraestructura y capital, no han destinado recursos suficientes para el tema de la salud y seguridad en el trabajo y se limitan al cumplimiento mínimo de algunas disposiciones legales.
Incluso las empresas que han destinado recursos y han realizado esfuerzos, ante la falta de vigilancia han delegado sus responsabilidades a las Administradoras de Riesgos Profesionales, con lo que, en alguna medida, se desvirtúa la razón de ser del sistema, como se ha expresado anteriormente en este estudio.
Finalmente, las asociaciones, la Camacol y el SENA han realizado algunos esfuerzos aislados, mientras que se requiere de un trabajo continuo, en el que estén definidos claramente los niveles de responsabilidad.
La internacionalización es un factor que beneficia al sector, no sólo en el campo económico, sino también en relación a la seguridad y salud en el trabajo. La globalización de la economía, la presencia de petróleo en el país y la posibilidad de desarrollos conjuntos en el campo de la construcción con empresas extranjeras hacen que las empresas constructoras locales tengan que competir en condiciones de calidad y de seguridad y salud en el trabajo.
Se ha detectado que cuando las empresas realizan contratos para firmas extranjeras tienen un mejor comportamiento en materia de seguridad y salud en el trabajo que cuando trabajan para clientes locales.
Esto, a pesar de que genera un doble estándar, está produciendo un cambio cultural y un aprendizaje local importante.
Cada vez con mayor frecuencia las licitaciones incluyen entre sus condiciones de evaluación el tema de la seguridad y salud en el trabajo y el del medio ambiente.
Las empresas locales, para poder competir en este mercado, han tenido que iniciar actividades en estos campos. Sin embargo, como hecho curioso, el motivo principal para hacerlo es cumplir con unas disposiciones obligatorias en materia de seguridad.
El empresario todavía no ha logrado ver la salud y seguridad como variable de negocio. Por lo anterior, es primordial concienciar a los actores que se han mencionado (gobierno, empresarios, gremios, asociaciones y trabajadores), destinar recursos, y valorar desde lo económico y lo social el esfuerzo realizado en materia de seguridad y salud en el trabajo.
Es también necesario disponer de registros y estadísticas confiables, que permitan conocer la situación real del sector. Para ello se requiere crear un sistema de información que genere las variables necesarias para un correcto diagnóstico. Otra acción importante es la de capacitar a los trabajadores, mandos medios y empresarios en los temas que les competen y con el nivel de complejidad que se requiere, de acuerdo con el nivel jerárquico que corresponda.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, a través de la Dirección Técnica de Riesgos Profesionales, debe continuar con el esfuerzo desplegado en el diseño de un sistema de información que permita que las Administradoras de Riesgos Profesionales le remitan los datos sobre las variables previamente definidas. |
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