Vivimos un mundo cambiante donde la tecnología ha revolucionado el mundo causando un impacto tremendo en cualquier sector en el que se haya implementado.
La vivienda cada vez más consciente de ese impacto se ha subido al carro, y sobre todo a raíz de la crisis inmobiliaria vivida en los últimos años, que ha forzado a las agencias inmobiliarias a reinventarse.
No obstante, rondaba el año 2000 cuando este sector comenzó la inmersión digital con la aparición de las primeras agencias que permitían la promoción de viviendas de obra nueva o incluso anuncios entre particulares en internet.
Con el avance digital estos métodos comenzaron a volverse más sofisticados, con webs cada vez más complejas y adaptas a los usuarios. La irrupción final vino provocada por los Smartphone.
Tanto las búsquedas de información como de servicios comenzaron a crecer de forma exponencial en los dispositivos móviles; por lo tanto, la pregunta que se venía a responder era la siguiente
¿Por qué no aprovechar esto para acercarnos a nuestros consumidores?
La digitalización trae novedades al sector inmobiliario que lo hacen más versátil y permiten mejorar la eficiencia de casi cualquier método tradicional.
La evolución del sector de valoración de inmuebles.
Las apps y plataformas online
Existen numerosas aplicaciones y plataformas adaptadas a la compra-venta de viviendas pero ¿Qué hay de las aplicaciones y plataformas de valoración inmobiliaria?
Frente a los agentes dedicados a la tasación tradicional han surgido numerosas aplicaciones que facilitan la labor de cara a establecer el precio de una vivienda. Algunos aún no se han adaptado y aún las critican enormemente.
Si bien es cierto que para las entidades financieras las tasaciones hipotecarias tradicionales son de obligado cumplimiento, y están exigidas por el Banco de España siendo una condición sine qua non (sin la cual no).
Sin embargo, la utilización de apps para smartphones presenta múltiples beneficios y es que la adaptación del método de comparación de ventas a estas aplicaciones se formaliza como una idea revolucionaria de cara a establecer un precio orientativo de nuestra vivienda.
Facilidad, rapidez y eficiencia; las cualidades más demandas por los consumidores que llegan de la mano de aplicaciones como BBVA valora o STvalora.
El método de funcionamiento es simple: a partir de las casas comparables del barrio o de una zona seleccionada podremos ver que viviendas se asemejan más a la nuestra en número de metros cuadrados y características siempre teniendo en cuenta datos como el valor catastral.
En definitiva, gracias al big data podremos sacar conclusiones reales y cercanas de lo que está sucediendo actualmente en el mercado inmobiliario.
El big data como base de la tecnología
El big data agrupa enormes volúmenes de datos que no pueden ser tratados de forma convencional, recopilando datos y convirtiéndolos en información para facilitar la toma de decisiones, incluso en tiempo real. Así pues, se combina la explotación de un gran volumen de datos con el análisis predictivo y la automatización.
Adaptado al entorno inmobiliario, el objetivo no es otro que el ciudadano de a pie y el inversor que busca rentabilizar sus ahorros pueda entender el mercado a través de un análisis comparativo que le ayude en la toma de decisiones.
Esta segmentación y microlocalización de viviendas permiten responder rápidamente preguntas como:
¿Cuál es el valor de mi propiedad?
¿Qué tipo de viviendas se venden a un precio mayor?
¿En qué zonas es mejor invertir mi dinero?
Y otro sin fin de cuestiones que nos harán a vida más fácil.
En España, UDA (urbanDataAnalytics) ha desarrollado una metodología que permite entender el comportamiento de social y económico de una ciudad a través de una serie de indicadores inmobiliarios.
Saber adaptarse a los cambios es importante y aprovechar toda la tecnología disponible útil puede ser vital de cara al futuro para identificar oportunidades potenciales de negocio.
Sobre el autor: Armando Martín
Licenciado en Administración y Dirección de Empresas. Master en Gestión Comercial por ESIC. Amante de la economía y escritor en mis ratos libres. Colaborador de Moka Comunicación
Licenciado en Administración y Dirección de Empresas. Master en Gestión Comercial por ESIC. Amante de la economía y escritor en mis ratos libres. Colaborador de Moka Comunicación